¿Te interesa comer saludable pero a la vez te interesa cuidar la economía de tu hogar? Haces muy bien. Puedes preparar los platillos que te agradan y les gustan a tus hijos y a tus familiares, logrando tu objetivo. Aquí te decimos cómo.
En estos días, debido a la economía lenta, todos estamos cuidando nuestras moneditas. Pero cuando se trata de cocinar no queremos sacrificar el sabor y la calidad de nuestros alimentos. Sigue estos consejos y ahorra en el supermercado.
- Planea con anticipación. Prepara el menú para la semana y haz una lista de las compras. Esto te evitará que compres alimentos impulsivamente que no necesitas. Y recuerda que es mejor que vayas sola.
- Compra al por mayor. Unas buenas opciones son los granos, pastas, salsa de tomate, nueces y frutas secas. El ahorro lo verás a largo plazo, pero ¡lo verás!
- Elige alimentos genéricos. El valor nutritivo es el mismo sea enlatado, congelado o en bolsa. No gastes tu dinerito en el lugar equivocado.
- No te olvides de los alimentos básicos. Una alimentación nutritiva y saludable incluye carbohidratos, proteínas, grasas saludables y agua. Entre los carbohidratos: el arroz moreno, los camotes (batatas) y la avena son buenas opciones y son baratísimos. En el grupo de las proteínas, los huevos, el pescado en lata, como el atún, el salmón y las sardinas son súper saludables y riquísimos. También las legumbres como las lentejas, los frijoles (las habichuelas), los garbanzos, etc. son cómodos, buenos para tu corazón y son altos en fibra, proteína, hierro y bajos en calorías.
- Obtén la tarjeta del supermercado. Algunas tarjetas hasta te dan dinero en forma de certificado una vez que has gastado una cantidad fija. Te toma 5 minutos y ¡es gratis! Y no te olvides de usar cupones.
- Visita los mercados de los agricultores y compra frutas y verduras de la estación. Verás que es fácil mantenerte saludable y tener tu presupuesto en orden. Por ejemplo, en el invierno compra: naranjas, manzanas, kiwis, espinacas y brócoli. En la primavera: uvas, mangos, fresas, sandia, papas (patatas), y zanahorias. En el verano, papas, tomates, aguacates (paltas), duraznos (melocotones). Finalmente, en el otoño: zanahorias, brócoli, peras, kiwis y melón son buenas opciones.
Fuente: VidaySalud